Autor: Raúl Bermejo

  • El sueño

    El sueño

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  • El sueño

    El sueño

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    Así fue dice don Chava que don Lupe se fue a vivir a San Diego y hasta yate tiene y aquí este Víctor y Susi, le hacen al cuento que no es de ellos la tienda para No fiarnos, pero así es la vida, yo mientras tanto voy a poner mas atención a lo que…

  • La taza blanca (parte 3)

    La taza blanca (parte 3)

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     “Mí Opinión”. — No has hablado y ya te reconocí. — ¡Buenas tardes Jorge!, desde que me traían venía tratando de adivinar con quien iba a compartir esta tarde. — Un expreso doble. No son muchas las personas que piden este café, desde luego pensé que podías ser tú pero no tenía la seguridad y…

  • La taza blanca (parte 2)

    La taza blanca (parte 2)

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    Las primas — Él ya está enterado. — Bueno no del todo — ¿Cómo? ¿Sabe o no? — El martes que lo llevé al aeropuerto, le dije que tenía un retraso. — Y qué, ¿no le has llamado para darle la noticia de que va a ser papá? — No, por eso tengo algo importante…

  • La taza blanca (parte 1)

    La taza blanca (parte 1)

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    PrólogoDe tres plumazos convertidos en tres breves cuentos, el autor nos conduce por el camino del amor profundo, sencillo, resbaladizo, como la taza blanca en que nos sumerge para que nuestro corazón los busque en el oscuro y aromático café y por qué no, en un reconfortante té para quienes prefieran esta bebida en su…

  • Noelia y Alejandro

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    Esa misma noche, después de tomar, no menos de tres tazas de café y no leer, ni ella ni yo, un sólo párrafo de algún libro, hablamos y hablamos…

  • En el camino

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    Y ahí estaba, a dos cuadras de la calle donde vive mí amor, no cabe duda, estaba aprendiendo a ser romántico, se me notaba, lo sabía, pero había que comprobarlo

  • Vamos por ese café

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    Ella, esta vez alzó los hombros como queriendo decir: bueno, ese sería tu problema. Pero al bajar los hombros dijo: “yo también perdí el convoy”. Tenía que actuar rápido, el próximo tren se acercaba y debía detenerla para que no lo tomara; así, que fui audaz: “Tomemos un café allí, en esa cafetería, y dejemos…

  • Roja

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    Y después de visitar la cuarta o quinta iglesia, me di cuenta que la había perdido para siempre. En ella estaba mi balance de pérdidas y ganancias; un incipiente proyecto de un futuro, el plan de los días por venir y una pequeñita historia del más próximo pasado.